Una vez juntos, deciden volver a jugar. Como el Dynamo, por ser un equipo controlado por el estado, había sido prohibido por los nazis, fundan uno nuevo que llaman FC Start (palabra que, curiosamente significa comienzo, principio). Gracias a algunos contactos, el Start consigue que se organicen algunos partidos con escuadrones de soldados alemanes.
El Start jugó contra tropas húngaras, rumanas y alemanas, con los siguientes resultados en los seis primeros partidos (21 de Junio: FC Start 6-2 Guarnición húngara; 5 de Julio: FC Start 11-0 Guarnición rumana; 12 de Julio: FC Start 9-1 Equipo trabajadores del ferrocarril militar; 17 de Julio: FC Start 6-0 PGS (Alemania); 19 de Julio: FC Start 5-1 MSG. Wal (Hungría) y 21 de Julio: FC Start 3-2 MSG. Wal (Hungría) Los alemanes empezaron a molestarse, no sólo porque el Start ponía en duda la teoría nazi de la superioridad aria sobre la eslava, sino porque los victorias del equipo soviético estaban dando demasiada moral a la población ocupada. Así que decidieron mandar a Kiev al Flakelf, un equipo formado por oficiales de la Luftwaffe (Fuerza Aérea Nazi), de más nivel. Pero pasó lo inevitable. El Start ganó 5 a 1.
Jugadores del FC Start: Nikolai Trusevich (Dynamo); Vladimir Balakin (Lokomotiv) ; Ivan Kuzmenko (Dynamo); Pavel Komarov; Alexei Klimenko (Dynamo); Nikolai Korotkykh (Dynamo); Vasily Sukharev (Lokomotiv); Feodor Tyutchev; Makar Goncharenko (Dynamo); Mikhail Putisin (Dynamo); Milkhail Mielnizhuk (Lokomotiv); Georgy Timofeyev y Mikhail Svyridovskiy
Jugadores del Flakelf: Harer; Danz; Schneider; Biskur; Scharf, Kaplan; Breuer, Arnold, Jannasch, Wunderlich y Hofmann
En Berlín sonaron las alarmas y dieron la orden de matarlos a todos. Pero algún nazi lo pensó mejor y creyó que si hacían eso, la última imagen de los héroes del Start sería una victoria y su ejemplo sería utilizado en el futuro. Había que derrotarlos primero en el campo. Así, se organizó una revancha, fijada para el 9 de Agosto de 1941.
El partido de la muerte
El clima ante el partido era muy tenso. Las autoridades nazis habían decidido que el árbitro sería un oficial de la SS (organización militar, policial, política, penitenciaria y de seguridad nazi) que hablara ruso, que antes del encuentro se dirigió a los jugadores del Start y les advirtió que al comenzar el juego debían de hacer el saludo nazi, con el brazo en alto. Los jugadores ingresan a la cancha, el Start con camiseta roja y el Flakelf de blanco. En lugar de alzar el brazo, los futbolistas soviéticos se pusieron la mano en el pecho. Como en los partidos anteriores, el Start fue muy superior. Llegado el entretiempo, vencían 2-1, a pesar del juego duro de los alemanes, que repartieron patadas de manera impune durante los 45 minutos. Viendo que perdían, los alemanes decidieron poner las cosas claras. En el vestuario irrumpieron varios miembros del éjercito nazi, armados, que directamente les dijeron que si ganaban, morirían todos.
Aunque se les pasó por la cabeza no salir a la cancha (el miedo es irracional), se miraron a las caras y salieron, como unos valientes...dispuestos a ganar. La aplanadora soviética se puso en marcha y al final del partido iban ganando ya 5-3. Cuando el encuentro agonizaba, uno de los jugadores del Start, Alexei Klimenko, tomó la pelota, llegó hasta la línea defensiva alemana, gambeteó a quien le saliera, incluido al arquero.. y cuando estaba solo ante el arco, se dio vuelta y pateó hacia el centro del campo, un gesto de burla y de superioridad total. El árbitro se apresuró a terminar antes de que se cumplieran los 90 minutos.
El pueblo de Kiev estaba loco de contento, pero los nazis estaban dispuestos a cumplir su venganza. Dejaron que el Start jugara un partido más (que por cierto ganaron 8-0) y después, detuvieron a todos los miembros, acusándolos de ser parte de la NKVD, los servicios secretos soviéticos. Algunos de los jugadores murieron torturados poco después. Otros lo hicieron más adelante, en campos de concentración. Sólo sobrevivieron Feodor Tyutchev, Mikhail Svyridovskiy y Makar Goncharenko, que no estaban con el resto de sus compañeros a la hora de la detención. Gracias a ellos, la historia del FC Start se pudo conocer.
Tras ello, varios libros y películas tomaron la historia. En 1981, se levantó junto al estadio del Dynamo una escultura de homenaje a los héroes del Start. Además se comenta que quien conserve una entrada del partido del 9 de Agosto de 1941, tendrá un asiento de por vida para ver al Dynamo de Kiev.
Fuentes:
http://blogs.20minutos.es
www.spanishprisoner.net