Lo que se puede observar en este cortometraje es claramente la gran discriminación racial que había en los Estados Unidos a mediados de la década de 1960. Los blancos reprimen y abusan de su poder contra la raza negra con odio, crueldad y sin piedad, ante los negros, que solamente lo que buscan es la igualdad de sus derechos a la de los blancos. Algunas de las imágenes que reflejan este horroroso acto son, por ejemplo, policías deteniendo y golpeando a personas de color sin motivo aparente, el Ku Klux Klan (movimiento terrorista secreto creada en los estados sureños de los Estados Unidos. Su principal objetivo era eliminar a los negros para que no obtuvieran la igualdad de los derechos) y la imágen, a mí parecer, la más importante que es la bandera estadounidense y a su lado se encuentra la bandera con la cruz esvástica, símbolo de la ideología nazi.
Muchas de las imágenes que se divisan son en primer plano (niños y gente adulta llorando, chicos heridos) que dejan lugar a la reflexión. Se encuentran algunos valores expresivos en el arte de la fotografía como, por ejemplo, la inclusión de personas (se ve en todo el rodaje), la manifestación de sentimientos (esta da lugar a los estados de ánimo) (niños llorando, heridos, etc), espontaneidad, es decir, aquellas fotos tomadas por sorpresa (la polícia cuando reprime), hay fotos de acción, o sea, aquellas en donde se realiza un movimiento brusco o rápido sobre la lente de la cámara (cuando los camarógrafos corren tomando imágenes de las tropas) y hay originalidad, especialmente aquel retrato de un hombre de color llorando y de sus ojos vidriosos salen la cabeza de Abraham Lincoln (gran luchador por los derechos de la gente negra).
Considero al trabajo de Santiago Álvarez como una fotonoticia, ya que son diferentes fotos e imágenes recopiladas que contienen por sí misma la imágen que explica la noticia.
Para finalizar, puedo asegurar que todos somos iguales ante los ojos de Dios.
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